Pollo tienen 84 miligramos de colesterol y 14,60 gramos de grasa. 100 gramos de Pollo contienen 215 calorias, el 11% del total diario necesario. 100 gramos de Pollo no contiene carbohidratos, no tiene fibra, 19,40 gramos de proteína, 67 miligramos de sodio, y 65,80 gramos de agua Además contiene algunas importantes vitaminas que puedes ver aquí: Vitamina A (100 mg) o Vitamina B-9 (86 mg).
Contents
- 1 ¿Cuántos hidratos de carbono tiene 100 gramos de pechuga de pollo?
- 2 ¿Qué tipo de carbohidrato es el pollo?
- 3 ¿Cuáles son los alimentos bajos en carbohidratos?
- 4 ¿Por qué no comer pollo?
- 5 ¿Cuántos carbohidratos tiene el pollo al horno?
- 6 ¿Cuántos gramos de carbohidratos tiene 100 gramos de frijol?
- 7 ¿Cuántos hidratos de carbono tiene un plato de lentejas?
- 8 ¿Cuántos gramos de pollo se debe comer al día?
¿Cuántos gramos de carbohidratos tiene el pollo?
VALORES NUTRICIONALES POR PORCIÓN ** | |
---|---|
Calorías | 316 |
Hidratos de carbono | 27. 8 g |
Proteínas | 28. 7 g |
Grasas | 9. 9 g |
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¿Qué contiene 100 gramos de pollo?
Debido a su alto valor nutritivo, además de tener un bajo costo y ser una carne muy versátil para la preparación de múltiples platos, la población no debe disminuir o dejar de ingerir la carne de pollo, que es un alimento con alto contenido de proteínas y vitaminas, indicó la nutricionista Patricia Velarde Delgado, del Centro Nacional de Alimentación y Nutrición (CENAN) del Ministerio de Salud (Minsa).
Según la especialista una ración de 100 gramos de pollo (pulpa) contiene 18. 2 gramos de proteínas de origen animal, 10. 2 gramos de grasa y 170 kilocalorías (energía). Además tiene presente vitaminas del Complejo B y minerales como Hierro.
La carne de pollo también contiene vitamina A, zinc, tiamina, fósforo y ácido fólico. Dependiendo de la pieza del pollo existen diferencias nutricionales, así por ejemplo la pechuga sin piel es la pieza con menor grasa, por lo tanto, tiene menos aporte de colesterol.
Mientras tanto el hígado de pollo proporciona una buena cantidad de hierro hemínico y proteínas necesarias para el organismo humano. El hierro es un nutriente muy importante para prevenir la anemia. Otras ventajas para la salud de las personas que brinda el consumo de esta carne es el de ayudar a formar y reparar tejidos del cuerpo, porque contiene proteínas importantes sobre todo para las etapas de crecimiento, embarazo y lactancia.
Asimismo tiene riboflavina y niacina. Manipulación De otro lado, la nutricionista indicó que el pollo puede consumirse de diversas formas, siempre y cuando su cocción sea homogénea y completa para evitar la transmisión de enfermedades o agentes patógenos.
Por ello lo ideal es que toda la carne esté cocinada y que su parte central no queda semicocida o cruda. “Es muy importante que la carne esté bien cocida, porque de esta forma se asegura la destrucción de la salmonella, que es la bacteria que causa la salmonelosis”, agregó.
Dio a conocer que es importante mantener buenas prácticas de higiene en la manipulación del pollo y, en ese sentido, dijo que esta carne debe adquirirse en los lugares que garanticen un nivel de higiene aceptable. Además añadió que se debe tener en cuenta que el pollo tenga un color uniforme (blanco o ligeramente amarillento), que la piel no esté pegajosa y que los muslos estén bien provistos de carne.
Las manchas de sangre y moretones en el pollo son indicativos de que la pieza no es fresca o que el ave no fue sacrificada adecuadamente. Del mismo modo, recomendó lavar el pollo con abundante agua potable antes de ser cocinado.
Finalmente, sostuvo que esta carne se presta para diversas preparaciones culinarias como: asado, al horno, al vapor, sancochado, frito, a la plancha, etc. Además permite todos los acompañamientos imaginables, entre las cuales están por ejemplo las verduras, hierbas aromáticas, escabechados, adobo, etc.
¿Cuántos hidratos de carbono tiene 100 gramos de pechuga de pollo?
Desglose de calorías por cada 100g: – 145 calorías totales
Hidratos de carbono: 0 Kcal. | ||||||||
Proteínas: 88,80 Kcal. |
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Grasas: 55,80 Kcal. |
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¿Qué tipo de carbohidrato es el pollo?
El pollo es un alimento muy presente en las dietas porque se trata de una carne poco calórica, contiene muy poca cantidad de grasa y no aporta hidratos de carbono.
¿Cuántos carbohidratos tiene el pollo a la plancha?
Información Nutricional | ||
---|---|---|
Porción 500 g | ||
Valor energético | 562 kcal = 2351 kJ | 28% |
Carbohidratos | 40 g | 13% |
Proteínas | 51 g | 68% |
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¿Cuáles son los alimentos bajos en carbohidratos?
¿Por qué no comer pollo?
El pollo puede ser una opción nutritiva, pero con frecuencia el pollo crudo está contaminado con bacterias Campylobacter y algunas veces con bacterias Salmonella y Clostridium perfringens.
¿Cuántos carbohidratos tiene el pollo al horno?
Tipos populares de Pollo Asado
Tipos populares de Pollo Asado | Grasa(g) | Carbh(g) |
---|---|---|
Pollo Asado a la Parrilla o al Horno | ||
Pollo Asado a la Parrilla o al Horno (sin Comer la Piel) | ||
100 g | 7,35 | – |
Pechuga de Pollo Asada o al Horno (sin Comer la Piel) |
.
¿Cuántos hidratos de carbono tiene 100 gramos de arroz?
En Asia se llegan a consumir hasta 30 raciones de arroz a la semana. Es decir, más de cuatro veces al día. En Guatemala, por citar un país centroamericano, su combinación con frijoles es tan habitual que solo se pide el acompañamiento. Pensando en estos dos lugares no nos viene a la cabeza la imagen de personas con sobrepeso.
- Sin embargo, este cereal se suprime de casi cualquier dieta de adelgazamiento por su gran cantidad de hidratos de carbono;
- ¿Por qué, entonces, quienes lo toman de forma cotidiana presentan indicadores saludables en cuanto a peso e índice de grasa corporal? ¿En qué quedamos: engorda o adelgaza? Depende de la variedad: según su color y textura, el tamaño de su grano y su tratamiento industrial;
Aunque existen cerca de 10. 000 tipos diferentes, todos pueden enmarcarse dentro de dos: índico, cultivado en los trópicos, y japónico, de zonas de clima templado y con un alto contenido en almidón, que el organismo convierte en azúcar y después en material para los michelines.
- Por su color y textura, pueden diferenciarse sobre todo los aromáticos, como el basmati; los glutinosos, también con más almidón, recomendados para el sushi; y los pigmentados, como el negro (o venere) y el rojo, que reciben su color de las antocianidas en el salvado (lo que recubre el grano en los arroces integrales), con un alto valor como antioxidante , que se pierde en cambio al eliminar las capas exteriores;
“Las categorías más conocidas por los consumidores”, apunta Cristina Molina-Rosell, directora del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA) , “se refieren al tamaño de su grano”: corto, menor de 5,5 milímetros, como el aviolo o el vialone nano, los mejores para los risottos; medio entre 5,5 y 6,6 milímetros, como el arroz bomba, el más usado en la cocina española; y largo, mayor de 6,6 milímetros, como el arroz jazmín o el basmati.
Oriundo del Himalaya, esta última variedad contiene los ocho aminoácidos más importantes para el organismo pero está exento de grasa, sodio y gluten, lo que lo hace muy aconsejable para personas diabéticas o celiacas o que sigan una dieta hipocalórica (baja en calorías).
Estas variedades no se distinguen solo en el tamaño del grano, cuenta Molina-Rosell: “Tienen un comportamiento tecnológico distinto debido a la composición del almidón, lo que hace que se quede de forma diferente tras la cocción. El arroz de grano largo, por ejemplo, es poco pegajoso, más suelto, debido a su mayor contenido de amilosa (un componente del almidón)”, apunta.
- La diferenciación más importante reside, sin embargo, en el tratamiento que recibe el arroz antes de llegar al supermercado: integral, semielaborado o blanco;
- Como se ve en la ilustración de abajo, los integrales (B y C) mantienen todas las capas de salvado (2 y 3), que contienen los minerales del arroz y la fibra —conveniente para activar la peristalsis o tránsito intestinal—, y el germen (4), con antioxidantes y vitaminas;
Los blancos (D y E), en cambio, han sido despojados de estas partes y presentan solo el interior —endospermo—, que es donde se concentran los carbohidratos o glúcidos, el almidón. ¿Y el salvaje? Lo que conmúnmente conocemos como arroz salvaje , no es realidad de la misma familia del arroz, oryza sativa , sino que pertenece al género zizania , otra planta.
En España, se suele comercializar mezclado con distintas variedades de arroz. “Todos son ricos en hidratos de carbono, principalmente almidón, y en menor medidas en proteínas y lípidos. El aporte en nutrientes de los distintos tipos de arroz según el tamaño de su grano es semejante”, continúa Molina-Rosell.
Sus calorías, según el tratamiento que han recibido y basándonos en la tabla publicada por la web norteamericana Authority Nutrition , apenas cambian: 100 gramos de arroz blanco cocido aportan 130 kcal, y contienen 29 gramos de hidratos de carbono; en el caso del integral son 112 calorías y 24 gramos de glúcidos, con mayores porcentajes de nutrientes.
“El integral es más recomendable por su mayor contenido en fibra, que se encuentra en las capas externas de los granos, además de minerales y vitaminas”, concluye la directora del IATA. ¿Qué hace que el segundo entre en un programa de adelgazamiento y el primero no? Mientras que el blanco es de absorción más rápida y con menos beneficios, el integral demora su digestión —lo que genera una mayor sensación de saciedad y evita que se ingieran más calorías— y es más rico en nutrientes.
José Miguel Mulet, doctor en Bioquímica y Biología molecular de la Universidad de Valencia , concede que “el principal problema” en la ingesta de arroz es “la falta de vitamina A”. “Prácticamente es todo hidratos de carbono. Tiene poca proteína (7%), de escasa calidad, y menos del 1% de lípidos [desarrollan funciones estructurales y también almacenan energía].
- Comer solo arroz supone problemas con los aminoácidos y las grasas esenciales”, señala;
- El autor de Comer sin miedo menciona, además, estudios en los que se han encontrado posibles trazas de arsénico en este alimento según su procedencia;
Tales parámetros han desencadenado una serie de conclusiones que apuntan dos cosas: aquellos que tomaban grano integral tenían un 50% de posibilidades menos de ganar peso que los que lo hacían de grano blanco —tal y como publicaba un estudio de la US National Library of Medicine elaborado a lo largo de 12 años en un grupo de 74.
000 mujeres de entre 38 y 63 años— y poseían menores porcentajes de grasa en sangre, según pruebas de la prestigiosa entidad estadounidense en personas sanas y con sobrepeso. También se han suscitado dudas en la relación entre su ingesta y el sobrepeso: algunas investigaciones muestran su vínculo , pero otras no lo marcan como definitivo , con lo que los datos no parecen concluyentes en uno u otro sentido.
Se ha visto que en los países donde es un alimento básico ha resultado beneficioso para perder peso, incluso comiéndolo tres veces al día. En Corea del Sur, por ejemplo, supone hasta el 40% de las calorías diarias. La relación entre consumo de arroz y diabetes es algo que ha ocupado a la comunidad científica.
Al cocinarlo, el almidón del arroz, como el de la patata, se vuelve digerible , esto es, nuestro organismo lo asimila y lo convierte en azúcar y grasa corporal. Pero, ¿y si se pudiera convertir en no digerible ? Expulsaríamos el almidón si retenerlo.
Es lo que consiguió, como ya contamos en la revista, un estudiante de la Universidad de Sri Lanka con la ayuda de su tutor, el doctor Pushparajah Thavarajah, quien supervisó la investigación. Descubrieron que al echar aceite de coco (un 3% del peso del arroz que va a cocinarse) al agua hirviendo, antes de poner el arroz y enfriándolo después en la nevera durante 12 horas, este alimento perdía el 50% de sus calorías.
Hoy en día “existe un gran número de variedades de arroz que se han obtenido por mejora genética para adaptarse al medioambiente, incrementar el rendimiento o mejorar la calidad del producto final, entre otros motivos”, cuenta la directora de IATA.
Mulet señala también la existencia de nuevas búsquedas científicas a partir de la modificación genética para incorporar vitamina A (como en el caso del controvertido arroz dorado ) o antocianos, en el llamativo arroz púrpura. En cualquier caso, parece que lo determinante es la cantidad de arroz que se ingiere y los acompañantes que usamos para cocinarlo, como pasa con cualquier otro alimento.
De hecho, en 1939 el doctor Walter Kemptner creó una dieta hipocalórica contra la hipertensión que adoptó el nombre de La dieta del arroz. “En España, de cultura mediterránea”, explica el chef Julio Fernández Quintero , del restaurante Abantal en Sevilla y embajador de SOS, “el arroz se considera un plato principal, y se prepara con carne y pescado, que proporcionan proteína animal.
En el resto de países, el arroz es una guarnición sencilla: se toma cocido, blanco, y si acaso con un aderezo muy sencillo como parte de la comida principal”, detalla el ganador de una estrella Michelin y dos soles Repsol. ¿Contraindicaciones? El cocinero nos ha preparado dos recetas para aprovechar al máximo las propiedades de las variedades con más nutrientes: ensalada de arroz integral y basmati con quinoa y legumbres y arroz meloso de espárragos verdes. .
¿Cuántos gramos de carbohidratos tiene 100 gramos de frijol?
Información Nutricional
Nutrientes | Cantidad |
---|---|
Total Carbohidrato | 19 g |
Fibra Dietética | 7 g |
Azúcares Total | 0 g |
Azúcares Añadidos Incluidos | 0 g |
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¿Cuántos hidratos de carbono tiene un plato de lentejas?
Judías blancas: 333 Kcal – Destacan por ser muy ricas en potasio, con casi un gramo y medio, así como fósforo, con casi medio gramo. En cuanto a los carbohidratos, presentan 35 gramos que se ven compensados por los 23 gramos de fibra , responsables de las flatulencias (leer Pedos y flatulencias, siete beneficios para nuestra salud ) que nos provocan y que moderan la subida del índice glucémico. .
¿Cuántos gramos de pollo se debe comer al día?
¿Puedo comer pollo a diario? – La carne de pollo contiene principalmente vitaminas del complejo B. Una de de las vitaminas que destacan son la Niacina o vitamina B3, que son fundamentales para el metabolismo de grasas y azúcares en nuestro cuerpo. Otro de los valores del pollo, es su alto contenido en proteínas, donde algunas partes del pollo, como la pechuga, asciende hasta los 21,8 gramos cada 100 gramos.
- Comer algo más de 200 gramos de pollo a diario, pero sin llegar a los 400 g, es la cantidad diaria de proteínas recomendada para una persona que no hace deporte;
- De manera que podremos mantener los músculos en perfecto estado;
Además, gracias a la importante cantidad que contiene de selenio y vitamina B6, mantendremos una buena salud cardiaca. Si eres deportista, la cantidad recomendable será entre cuatrocientos y quinientos gramos. De esta forma, ayudarás a tus músculos a reponer las fibras musculares dañadas por el ejercicio, aportándole una gran cantidad de proteínas.
¿Qué carne no tiene carbohidratos?
Alimentos bajos en carbohidratos ¿Qué alternativas hay? – Moderar el consumo de carbohidratos no es una labor difícil, basta con que sepas qué alimentos aportan menos a tu cuerpo. Estas son las alternativas para una alimentación baja en carbohidratos :
- Carne de cualquier tipo : desde ternera, cerdo, cordero, de caza y aves de corral.
- Pescado y mariscos de todo tipo : el pescado graso como el salmón, la caballa, las sardinas o los arenques son opciones perfectas, sólo procura no comerlos empanizados.
- Huevos: duros, fritos, revueltos, y ¡hasta omelettes! Busca siempre que sean orgánicos.
- Verduras : coliflor, brócoli, col de Bruselas, espinacas, espárragos, berenjena, aceitunas, pepino, lechuga, aguacate, cebolla, pimiento, tomate, ¡todas las que se te ocurran!
- Lácteos : evita productos con sabores, azucarados o bajos en grasa.
- Frutos secos : son fantásticos para consentirte en lugar de comer palomitas, dulces o papas fritas.
¿Cuántos gramos de carbohidratos tiene el huevo?
MACRONUTRIENTES. El huevo tiene alto contenido en agua, unos 40 g por huevo y una proporción mínima de hidratos de carbono (0,34 g). El huevo es un alimento proteico, al igual que la carne y el pescado. La riqueza proteica del huevo es alta (6,4 g por huevo ) y sus proteínas tienen gran calidad nutritiva.
¿Qué pasa si uno come mucho pollo?
¿Por qué evitar comer pollo todos los días? – El excesivo consumo de carne blanca, es decir, el pavo, conejo, cordero y pollo, puede generar un aumento de los niveles del colesterol «malo» (LDL) de nuestro cuerpo. Las grasas insaturadas que contiene el pollo son propicias a aumentar las partículas de LDL.
- El exceso de proteína con el que cuenta hace que tu cuerpo lo termine por almacenar como grasa innecesaria;
- Esto conllevaría que tu peso se viera aumentado y por lo tanto, el riesgo de lípidos de la sangre también se incrementase;
Además, comer demasiado de esta carne puede contribuir al riesgo de contraer enfermedades cardiacas por lo señalado anteriormente. No es ninguna sorpresa, pues comer una porción de pollo todos los días aumenta los problemas cardiovasculares. De la misma manera que con abusar del consumo de pollo hay mayor probabilidad de que te pueda dar una intoxicación alimentaria , pues si el pollo no está del todo cocinado, es posible que esté expuesta a la salmonella o al campylobacter.
¿Cuántos gramos tiene 100 gramos de pollo?
Tamaño común de las porciones
Tamaño de la Porción | Calorías |
---|---|
1/2 pequeña (producto después de cocido, deshuesado) | 164 |
1/2 mediana (cocida, deshuesada) | 191 |
1 porción (98 g ) | 191 |
100 g | 195 |
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¿Cuántos gramos de carbohidratos tiene el huevo?
MACRONUTRIENTES. El huevo tiene alto contenido en agua, unos 40 g por huevo y una proporción mínima de hidratos de carbono (0,34 g). El huevo es un alimento proteico, al igual que la carne y el pescado. La riqueza proteica del huevo es alta (6,4 g por huevo ) y sus proteínas tienen gran calidad nutritiva.
¿Cuántos hidratos de carbono tiene 100 gramos de arroz?
En Asia se llegan a consumir hasta 30 raciones de arroz a la semana. Es decir, más de cuatro veces al día. En Guatemala, por citar un país centroamericano, su combinación con frijoles es tan habitual que solo se pide el acompañamiento. Pensando en estos dos lugares no nos viene a la cabeza la imagen de personas con sobrepeso.
- Sin embargo, este cereal se suprime de casi cualquier dieta de adelgazamiento por su gran cantidad de hidratos de carbono;
- ¿Por qué, entonces, quienes lo toman de forma cotidiana presentan indicadores saludables en cuanto a peso e índice de grasa corporal? ¿En qué quedamos: engorda o adelgaza? Depende de la variedad: según su color y textura, el tamaño de su grano y su tratamiento industrial;
Aunque existen cerca de 10. 000 tipos diferentes, todos pueden enmarcarse dentro de dos: índico, cultivado en los trópicos, y japónico, de zonas de clima templado y con un alto contenido en almidón, que el organismo convierte en azúcar y después en material para los michelines.
Por su color y textura, pueden diferenciarse sobre todo los aromáticos, como el basmati; los glutinosos, también con más almidón, recomendados para el sushi; y los pigmentados, como el negro (o venere) y el rojo, que reciben su color de las antocianidas en el salvado (lo que recubre el grano en los arroces integrales), con un alto valor como antioxidante , que se pierde en cambio al eliminar las capas exteriores.
“Las categorías más conocidas por los consumidores”, apunta Cristina Molina-Rosell, directora del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA) , “se refieren al tamaño de su grano”: corto, menor de 5,5 milímetros, como el aviolo o el vialone nano, los mejores para los risottos; medio entre 5,5 y 6,6 milímetros, como el arroz bomba, el más usado en la cocina española; y largo, mayor de 6,6 milímetros, como el arroz jazmín o el basmati.
Oriundo del Himalaya, esta última variedad contiene los ocho aminoácidos más importantes para el organismo pero está exento de grasa, sodio y gluten, lo que lo hace muy aconsejable para personas diabéticas o celiacas o que sigan una dieta hipocalórica (baja en calorías).
Estas variedades no se distinguen solo en el tamaño del grano, cuenta Molina-Rosell: “Tienen un comportamiento tecnológico distinto debido a la composición del almidón, lo que hace que se quede de forma diferente tras la cocción. El arroz de grano largo, por ejemplo, es poco pegajoso, más suelto, debido a su mayor contenido de amilosa (un componente del almidón)”, apunta.
La diferenciación más importante reside, sin embargo, en el tratamiento que recibe el arroz antes de llegar al supermercado: integral, semielaborado o blanco. Como se ve en la ilustración de abajo, los integrales (B y C) mantienen todas las capas de salvado (2 y 3), que contienen los minerales del arroz y la fibra —conveniente para activar la peristalsis o tránsito intestinal—, y el germen (4), con antioxidantes y vitaminas.
Los blancos (D y E), en cambio, han sido despojados de estas partes y presentan solo el interior —endospermo—, que es donde se concentran los carbohidratos o glúcidos, el almidón. ¿Y el salvaje? Lo que conmúnmente conocemos como arroz salvaje , no es realidad de la misma familia del arroz, oryza sativa , sino que pertenece al género zizania , otra planta.
- En España, se suele comercializar mezclado con distintas variedades de arroz;
- “Todos son ricos en hidratos de carbono, principalmente almidón, y en menor medidas en proteínas y lípidos;
- El aporte en nutrientes de los distintos tipos de arroz según el tamaño de su grano es semejante”, continúa Molina-Rosell;
Sus calorías, según el tratamiento que han recibido y basándonos en la tabla publicada por la web norteamericana Authority Nutrition , apenas cambian: 100 gramos de arroz blanco cocido aportan 130 kcal, y contienen 29 gramos de hidratos de carbono; en el caso del integral son 112 calorías y 24 gramos de glúcidos, con mayores porcentajes de nutrientes.
“El integral es más recomendable por su mayor contenido en fibra, que se encuentra en las capas externas de los granos, además de minerales y vitaminas”, concluye la directora del IATA. ¿Qué hace que el segundo entre en un programa de adelgazamiento y el primero no? Mientras que el blanco es de absorción más rápida y con menos beneficios, el integral demora su digestión —lo que genera una mayor sensación de saciedad y evita que se ingieran más calorías— y es más rico en nutrientes.
José Miguel Mulet, doctor en Bioquímica y Biología molecular de la Universidad de Valencia , concede que “el principal problema” en la ingesta de arroz es “la falta de vitamina A”. “Prácticamente es todo hidratos de carbono. Tiene poca proteína (7%), de escasa calidad, y menos del 1% de lípidos [desarrollan funciones estructurales y también almacenan energía].
Comer solo arroz supone problemas con los aminoácidos y las grasas esenciales”, señala. El autor de Comer sin miedo menciona, además, estudios en los que se han encontrado posibles trazas de arsénico en este alimento según su procedencia.
Tales parámetros han desencadenado una serie de conclusiones que apuntan dos cosas: aquellos que tomaban grano integral tenían un 50% de posibilidades menos de ganar peso que los que lo hacían de grano blanco —tal y como publicaba un estudio de la US National Library of Medicine elaborado a lo largo de 12 años en un grupo de 74.
- 000 mujeres de entre 38 y 63 años— y poseían menores porcentajes de grasa en sangre, según pruebas de la prestigiosa entidad estadounidense en personas sanas y con sobrepeso;
- También se han suscitado dudas en la relación entre su ingesta y el sobrepeso: algunas investigaciones muestran su vínculo , pero otras no lo marcan como definitivo , con lo que los datos no parecen concluyentes en uno u otro sentido;
Se ha visto que en los países donde es un alimento básico ha resultado beneficioso para perder peso, incluso comiéndolo tres veces al día. En Corea del Sur, por ejemplo, supone hasta el 40% de las calorías diarias. La relación entre consumo de arroz y diabetes es algo que ha ocupado a la comunidad científica.
- Al cocinarlo, el almidón del arroz, como el de la patata, se vuelve digerible , esto es, nuestro organismo lo asimila y lo convierte en azúcar y grasa corporal;
- Pero, ¿y si se pudiera convertir en no digerible ? Expulsaríamos el almidón si retenerlo;
Es lo que consiguió, como ya contamos en la revista, un estudiante de la Universidad de Sri Lanka con la ayuda de su tutor, el doctor Pushparajah Thavarajah, quien supervisó la investigación. Descubrieron que al echar aceite de coco (un 3% del peso del arroz que va a cocinarse) al agua hirviendo, antes de poner el arroz y enfriándolo después en la nevera durante 12 horas, este alimento perdía el 50% de sus calorías.
- Hoy en día “existe un gran número de variedades de arroz que se han obtenido por mejora genética para adaptarse al medioambiente, incrementar el rendimiento o mejorar la calidad del producto final, entre otros motivos”, cuenta la directora de IATA;
Mulet señala también la existencia de nuevas búsquedas científicas a partir de la modificación genética para incorporar vitamina A (como en el caso del controvertido arroz dorado ) o antocianos, en el llamativo arroz púrpura. En cualquier caso, parece que lo determinante es la cantidad de arroz que se ingiere y los acompañantes que usamos para cocinarlo, como pasa con cualquier otro alimento.
De hecho, en 1939 el doctor Walter Kemptner creó una dieta hipocalórica contra la hipertensión que adoptó el nombre de La dieta del arroz. “En España, de cultura mediterránea”, explica el chef Julio Fernández Quintero , del restaurante Abantal en Sevilla y embajador de SOS, “el arroz se considera un plato principal, y se prepara con carne y pescado, que proporcionan proteína animal.
En el resto de países, el arroz es una guarnición sencilla: se toma cocido, blanco, y si acaso con un aderezo muy sencillo como parte de la comida principal”, detalla el ganador de una estrella Michelin y dos soles Repsol. ¿Contraindicaciones? El cocinero nos ha preparado dos recetas para aprovechar al máximo las propiedades de las variedades con más nutrientes: ensalada de arroz integral y basmati con quinoa y legumbres y arroz meloso de espárragos verdes. .
¿Cuántos carbohidratos tiene 100 gramos de pescado?
Desde el punto de vista nutritivo, el pescado es un alimento con una composición parecida a la de la carne, aunque también con marcadas diferencias. Su composición nutritiva y el valor energético difieren según la especie. Incluso dentro de la misma varía en función de diversos factores, como la estación del año y la época en que se captura, la edad de la pieza, las condiciones del medio en el que vive y el tipo de alimentación. El agua, las proteínas y las grasas son los nutrientes más abundantes y los que determinan aspectos tan importantes como su valor calórico natural, sus propiedades organolépticas (las que se aprecian por los sentidos: olor, color, sabor…), su textura y su capacidad de conservación.
Respecto a su contenido en micronutrientes, destacan las vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B12), las liposolubles A y D (sobre todo en los pescados grasos) y ciertos minerales (fósforo, potasio, sodio, calcio, magnesio, hierro y yodo), en cantidades variables según el pescado de que se trate.
También hay que tener en cuenta la porción comestible de pescados y mariscos, que oscila, debido a la gran cantidad de desperdicios, entre un 45% (perca, trucha. ) y un 60% (merluza, sardina, lenguado, atún…). Esto se traduce en que de 100 gramos de pescado sin limpiar se aprovechan tan sólo unos 50 gramos, dato a tener en cuenta cuando se calculan las raciones para cocinar o los datos energéticos.
El valor energético o calórico varía principalmente según el contenido en grasas, dado que la cantidad de proteínas es similar en pescados y mariscos. La grasa es el nutriente más abundante en los pescados azules, y, por tanto, éstos son más energéticos (hasta 120-200 Kcal por cada 100 gramos), casi el doble que los pescados blancos y los mariscos (70-90 Kcal por cada100 gramos).
Cuando se habla del valor energético de un alimento hay que tener en cuenta, entre otros aspectos, su forma de elaboración. Así, un pescado blanco (por ejemplo, la merluza) puede aportar la misma energía que un pescado azul (por ejemplo, las sardinas), si se consume rebozado.
- El agua es el elemento más abundante en la composición de pescados y mariscos, y su relación es inversa a la cantidad de grasa, es decir, a más cantidad de agua, menos de grasa y viceversa;
- En los pescados magros y en los mariscos la proporción de agua oscila entre el 75 y el 80%, mientras que en los pescados azules puede llegar a valores inferiores al 75%;
El contenido medio de proteínas de pescados y mariscos es de 18 gramos por cada 100 gramos de alimento comestible, si bien los pescados azules y los crustáceos pueden superar los 20 gramos de proteínas por 100 gramos de producto. Es decir, 100 gramos de casi cualquier pescado aportan alrededor de una tercera parte de la cantidad diaria recomendada de proteínas.
- La proteína de pescados y mariscos es de elevado valor biológico, al igual que la que contienen otros alimentos de origen animal, con un perfil de aminoácidos esenciales muy parecidos entre ellos y este patrón apenas se altera tras los procesos de congelación y secado a los que son sometidos algunos pescados;
El tipo de proteínas del pescado es lo que determina su textura o consistencia, su digestibilidad, su conservación, así como los cambios de sabor y color que experimenta el pescado durante su trayectoria comercial hasta llegar al consumidor. En concreto, el pescado, que no el marisco, posee una proporción de colágeno inferior a la carne.
El colágeno es una proteína del tejido conjuntivo que confiere mayor firmeza y dureza, motivo por el cual el pescado es más tierno y es más fácil de digerir que la carne y el marisco. La presencia de hidratos de carbono en pescados y mariscos no es relevante.
En la mayoría de especies no supera el 1%. Sólo se encuentra en cantidades superiores en moluscos con concha como ostras y mejillones, que contienen 4,7 y 1,9 gramos cada 100 gramos. El contenido en grasa del pescado es muy variable de una especie a otra y, como hemos señalado, en una misma especie se observan oscilaciones en función de numerosos factores, como:
- HÁBITOS ALIMENTARIOS Y DISPONIBILIDAD DE ALIMENTOS: condicionada en parte por las características del plancton (fitoplancton o zooplancton) del medio en el que viven.
- HÁBITAT: los pescados marinos suelen contener más grasa que los pescados de agua dulce.
- TEMPERATURA DEL AGUA: la grasa actúa como anticongelante biológico, por lo que los pescados que viven en aguas frías, como el atún y la caballa, suelen ser más ricos en este nutriente.
- CICLO DE MADURACIÓN SEXUAL: los pescados acumulan grasa como reserva de energía antes del desove.
El hígado, el músculo y las gónadas (órganos sexuales) son las partes de los pescados donde más se acumula la grasa y el contenido oscila entre el 0,7 y el 15%, según se trate de pescado blanco, semigraso o azul. Los mariscos coinciden con los pescados en el bajo contenido graso, que se sitúa entre el 0,5 y el 2% en moluscos y entre el 2 y el 5% en crustáceos. En la grasa del pescado y del marisco, a diferencia de la de otros alimentos de origen animal, abundan los ácidos grasos poliinsaturados, entre los que se encuentran los omega 3 (docosahexanoico o DHA y eicosapentanoico o EPA) y omega 6 (linoleico).
- También contiene ácidos grasos monoinsaturados y, en menor proporción, saturados;
- Los ácidos grasos omega 3 están relacionados con la prevención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo asociados (colesterol y/o triglicéridos elevados en sangre);
El colesterol es un tipo de lípido que los pescados concentran en el músculo, el bazo y principalmente en el hígado. Los pescados presentan cantidades de colesterol similares a los de la carne (50-70 miligramos por 100 gramos de producto). Dentro de los mariscos, existen diferencias entre los moluscos de concha, que concentran similar cantidad de colesterol que los pescados, si bien los crustáceos, los calamares y similares, muestran un contenido nada despreciable de esta sustancia (100-200 miligramos por cada 100 gramos de producto).
- Sin embargo, la capacidad de los pescados y los mariscos de aumentar el nivel del colesterol sanguíneo es muy inferior a la de otros alimentos, dada su mayor concentración de ácidos grasos insaturados (ejercen un efecto reductor del colesterol), y su escaso contenido en ácidos grasos saturados (cuyo exceso está relacionado directamente con el aumento del colesterol plasmático);
En el pescado se distribuyen cantidades relevantes, aunque variables, de minerales , según se trate de pescado marino o de agua dulce o si se considera el músculo sólo o se incluye la piel y las espinas. Destacan el fósforo, el potasio, el calcio, el sodio, el magnesio, el hierro, el yodo y el cloro.
El pescado marino es más rico en sodio, yodo y cloro que el pescado de agua dulce. Los pescados que se comen con espina y algunos mariscos aportan una cantidad de calcio extraordinaria: 400 miligramos por cada 100 gramos en las sardinas; 210 miligramos por cada 100 gramos en las anchoas; 128 en almejas, berberechos y conservas similares.
El contenido medio de calcio del resto de pescados y mariscos ronda los 30 miligramos por cada 100 gramos. En general, el contenido medio de hierro de pescados y mariscos es inferior a la carne; 1 miligramo por cada 100 gramos frente a 1 miligramo y medio o 2 por cada 100 gramos.
- Las salvedades se hallan en almejas, chirlas y berberechos (24 miligramos), ostras (6,5 miligramos) y mejillones (4,5 miligramos), referidos a 100 gramos de porción comestible;
- No obstante, la ración habitual de consumo de estos alimentos suele ser más pequeña (por lo general se toman como aperitivo o como ingrediente de otros platos) y su ingesta es esporádica, por lo que no constituyen una fuente dietética habitual de este mineral;
En un análisis promedio de las vitaminas que contienen pescados y mariscos destacan las vitaminas hidrosolubles del grupo B (B1, B2, B3 y B12) y las liposolubles A, D y, en menor proporción, E, almacenadas éstas últimas en el hígado, principalmente. El contenido de vitaminas liposolubles es significativo en los pescados grasos y no lo es tanto en pescados blancos y mariscos.
- El aceite de hígado de pescado constituye la fuente natural más concentrada de vitamina A y de vitamina D;
- La carne de pescado carece de vitamina C, si bien en el hígado y las huevas frescas (20 miligramos por cada 100 gramos), existe cantidad suficiente para asegurar un aporte adecuado a grupos de población que, como los esquimales, se alimentan fundamentalmente de pescado;
Como ocurre en otros alimentos, el contenido de algunas vitaminas (B1, B3 y B12) se reduce por las preparaciones culinarias del pescado (hervido, fritura, horno…). Las purinas son sustancias que proceden de la degradación de un tipo de proteínas del músculo del pescado y que, tras ser metabolizadas en nuestro organismo, se transforman en ácido úrico.